Todo lo que se hace con el fin de expresarse y crear arte, es arte.
El arte lo transmite todo. No hay ningún sentimiento, ningún pensamiento, nada físico ni espiritual, que no se pueda transmitir mediante arte. Quizá así dicho os suene extraño, pero si lo pensáis os daréis cuenta de que es cierto.
Los músicos transmiten, de diferentes formas, sus sentimientos, alegrías y preocupaciones.
Veamos,
La época en que comenzó a componer la 5ª sinfonía, Beethoven me transmite que estaba preocupado por algo, atormentado. Si la habéis escuchado entera, hay fragmentos en los que parece que la dinámica cambia. ¡Pero no! El terror vuelve. A mi al menos, me deja tensa.
Yann Tiersen, mi compositor favorito, cuando compuso la que posteriormente sería la banda sonora de la película Amélie, estaba algo más contento que Beethoven, por ejemplo, esta canción, La dispute, a mi me transmite paz.
Y seguro, que el año pasado, cuando compuso esto otro, la primera parte de una obra mucho más larga, y que he de reconocer que me fascina, se encontraba personalmente en una etapa diferente de su vida.
Siguiendo con el tema, cambio a las artes plásticas.
¿Transmiten lo mismo estos tres cuadros?
El amuerzo de los remeros, Renoir, 
Cuadrado blanco sobre lienzo blanco, Malievich
Los fusilamientos del 2 de mayo, Goya
El cuadro de Renoir me transmite una tranquilidad que desde luego no me hace sentir el de Goya, y el de Malievich, a algunos quizá no os transmita nada, y es posible que a otras personas sí, desde luego él algo tuvo que pensar a la hora de hacerlo.
Quizá buscaba innovación, a lo mejor estaba simplemente desesperado y sin ideas, o atormentado, decepcionado con el mundo. ¿Quién soy yo para decir que no es arte si él estaba intentando decir algo?
¿Quién me dice a mi que un día no voy a querer transmitir mis pensamientos de una forma tan innovadora que no sea capaz de calar en una sociedad cerrada de mente, que sólo aprecia aquello que se considera convencionalmente arte?
¡Hasta la próxima!
Paula.
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